Dominatorque

Morado

 

 

 

 

 

 

Para alcanzar la doble almena,

que tu voluntad femenina y callada propone,

los labios enjugo de poemas,

mis dedos lubrico con desafíos.

.

Para vencer el violeta,

que tanto te viste y te desnuda,

mi corazón, en un todo palpitado,

es pretendiente de tu cama sumisa

y sus inexplorados perfiles.

.

Así pareciera, que intento una guerra,

al desnudar tus luces cárdenas,

siendo siempre yo el vencido,

yo… y la Luna nuestra, que inquieta palidece.

Así pareciera, que solo me alimentas de tu carne,

cuando lo que me hieres realmente, es el alma,

es el deseo de ser tu frío y su remedio.

.

Sea tu piel , la extensión de mis dedos

sean mis dedos, la vida, que tu cuerpo prolonga.