Llegaste tú.
Cuando mi vida parecía completa, apareció otra página en mi libreta. Un nuevo capítulo por escribir, un destino incierto por descubrir.
Caminos se entrelazaron en la bruma, destinos se cruzaron en penumbra. Y entre la melodía de un sueño azul, radiante y sin igual, llegaste tú.
En el silencio de mis días vacíos, en la penumbra de mis sueños fríos, una luz se abrió paso en la oscuridad, y llegaste tú, cambiando mi realidad.
Con tus ojos como estrellas brillantes, con tu risa que alegra mis instantes, transformaste mi mundo con tu luz, te volviste mi paz, mi fortaleza y mi cruz.
En cada paso, en cada verso y canción, en cada latido de mi corazón, tu presencia es la calma que anhelé hallar, y llegaste tú, para nunca más marchar.
Nelson Aburto Alemán.
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