Paris Joel

Nada Más

Llevo años soñando con el preludio de la arena

En este junio de olas contenidas.

Llevo, agarrando con el pecho, tus almenas atardecidas,

Sostengo la brisa de su nocturnidad

Y el frío que eriza la piel a los que sufren abandono.

No obstante, etéreo, vuelo al tiempo de las cerezas,

A la eterna rebeldía del aire de las mariposas,

Y, aún con el presentimiento

de la palpable obsolescencia del reloj,

Aún así,

Abrazado a Fauré,

Bailo en la lejanía de la nueva Jerusalén

Una pavana ceremonial

Para poder entrar,

Para poder llover

Por sus jardines de geranios

Esparciéndome como la humedad

De una efímera aurora,

Y nada más

En todos estos años,

Nada más.