El juego de la vida
En el vasto universo estrellado,
Dios, desde su trono, juega la partida,
al gran juego de la vida.
Con todo a sus pies, se aburre y
te arrebata, te aparta de mi lado.
¿Por qué deja mi alma?
En este agujero sombrío,
en este vacío abismal.
Donde antes habitaba tu amor,
solo queda un sol, que se muere,
¿poco a poco como una llama que se apaga?
Teniéndolo todo, de mi lado te aparta.
Teniendo montañas, mares y todo lo que brilla,
¿por qué necesitaba mi joya, mi única chispa divina?
¿Acaso su poder no reside en la compasión?
¿En el amor que une y no en la crueldad que separa?
Mi corazón está ahora vacío,
donde antes habitaba tu amor.
Dios, en su sabiduría incomprensible, te apartó de mí.
Y en su jardín celestial, ahora te tiene a ti.
En el silencio de la noche, mi alma suspira por ti,
como un eco lejano que busca tu calor.
En el firmamento, las estrellas guardan tu recuerdo,
y yo, perdido en la oscuridad, lloro por tu amor.