si supieras como emociono cuando le canto al viento los versos que te escribí,
y las melodías que te sentí,
quizás devolverías una sonrisa o un gesto.
ese que hacías con tus manos en el corazón y en tu cara una expresión de dulzura
como apreciador y al mismo tiempo no merecedor de tanto encanto.
Esas manos se dirigían después a las mías,
agarrándolas con ternura
y culminando en un beso.
un beso exaltado de amor,
uno de esos besos que no comprende como está en frente de unos labios tan mágicos,
en ese beso sellábamos nuestro amor y también nuestro encuentro
amor que sigue presente en mi corazón cada vez que te pienso,
aunque ya no con deseo, pero con mucho anhelo de que seas cada día,
encantado por tu reflejo
de la misma forma en que te encantaba el mío.