POEMA DEL SUEÑO HÚMIDO
La noche desgarrada en soledades,
el cielo tapizado de algodones,
y el alma soportando tempestades,
circundada de pálidas visiones.
Y, me pregunto donde estás ahora,
después de tantas noches en mi lecho
te recuerdo desnuda, tentadora,
envuelta en besos, el temor deshecho.
Otra vez que te metes en mi sueño,
y oigo tu voz que endulza mi recuerdo,
y brota en la tristeza de mi ensueño,
tu nombre que hoy en mi silencio muerdo.
Nunca diré lo que soñé contigo,
pero tal vez un día a ti te cuente,
las cosas que a los otros nunca digo,
lo mucho que gocé tu sexo ardiente.
Y en estos sueños que dirás obscenos,
gran pasión que en el alma va escondida,
como el placer de acariciar tus senos,
sabiendo que eres fruta prohibida.
Y nunca contarás a tu marido,
que en esas noches te sentiste amada,
que en mi lecho olvidaste que has sentido,
el hastío de esposa descuidada.
La añoranza te abraza poco a poco
y acaso estando a solas en tu lecho,
recordarás las noches que este loco,
vistió de besos tu moreno pecho.
Olvidarte es ahora mi problema,
ya no somos lo que éramos ayer,
y oculto en las estrofas del poema,
quedó un adiós con nombre de mujer.
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kin mejia ospina