Pau.lii_2

La pesadilla de una flor

Mira, allí está tu flor...

Con sus hojitas marchitas, bendita mujercita.

Llorando, así la dejaste;

Contando sus pétalos, así la abandonaste.

¡Debiste cuidarla, lobo salvaje!

Esa flor, esa que ves ahí...

Es tu hija.

No comprende todavía,

cómo tus garras la lastiman.

¿Por qué tienes que ser su pesadilla?

Malvado lobo, 

debías, debías, ser su todo.

Hay tanto daño en su raíz,

pero tampoco se va a rendir.

Tu ausencia la hizo descubrir,

que solita puede vivir.