Mar de hojas nubla el sendero
no hay estrella que guie la mano
sombras, son notas de piano
a tientas, vaga el viajero.
Es verso claro lucero
la mano aferra la pluma
ágil, la bruma se esfuma.
Pugna, entre destino y suerte
un poema es conocerte
ave de índigo pluma.
Mi cuerpo atado te implora
beso de nardo en la boca
pasión descrita por Lorca
de lujuria seductora.
Deseo en la carne aflora
sensual llama en la mirada
suspiro, en voz ahogada.
Nunca mienten dos amantes
lucen sus ojos radiantes
sobre sábana mojada.