Hoy mi vida se siente esplendorosa
y parece que brilla más el sol;
pues sus ojos de rayos muy celestes
vierten pasión.
Hoy mi mundo se viste de colores,
y mi verso, su imagen lo inspiró;
pues fluyendo ambrosía de sus labios
me dio su amor.
Hoy mis sueños llegaron hasta el cielo
y mis ojos pudieron ver a Dios;
y un susurro de coros celestiales
había en su voz.
Autor: Aníbal Rodríguez.