En los suspiros del viento, el amor no espera,
las horas se escapan en la noche sincera.
La luna me mira con su pálida luz,
anhelando el retorno de tu dulce virtud.
Cada estrella en el cielo es un faro de ansias,
mi corazón late con tiernas fragancias.
La espera se torna un eterno tormento,
y en cada latido te busco en el viento.
El amor no conoce de tiempo o distancia,
es fuego que arde en la más cruel fragancia.
Mis labios desean tus besos, tus risas,
tu ausencia es dolor que mi alma irisa.
Regresa, amor mío, al refugio esperado,
mi pecho te llama, mi ser desolado.
La noche es testigo de mi ardiente clamor,
el amor no espera, y te espero, mi amor.