Lincol

CARICIAS

 

CARICIAS

Entre la seda y tu piel
queman las horas
dilatándose 
como ese pecado
abrazando tu cuerpo.
No hay cielos
más allá de tus pechos erguidos,
de tus caderas inventando el amor,
de tus muslos entregados a la pasión,
de tus besos a flor de piel,
de tus ojos brillosos
y del fuego avivando el deseo.
No hay cielos en estas horas
solo la noche, derritiéndose,
y amando ver debajo de tus vestidos
la furia acariciando los sentidos.

LMML.