Leyendo a oscuras y sin lentes,
Un final complicado,
Páginas en braille y con lujo de detalle,
Me hacen creer que estás aquí.
Siento el roce de tu pie,
El riachuelo de tu espalda,
El paraíso hecho piel,
La irreal calma.
Que de ti es creíble,
Te manejas bien, en esto de la magia,
Juego al tacto imaginario,
Y vuelvo a creer que estás aquí.
Como si fuera jueves,
Voy a abrazarte como nunca,
Y choco con la nada.
Como ese mismo jueves,
Miro fijamente,
Y hay menos que nada.
A la hendidura de la almohada,
Le presto tus perfiles,
Por un segundo te mantuve,
Por el dormir te disipé.
Con la luz apagada,
Y la imaginación en reversa,
Es la única forma que me queda,
Para saber de ti.