En esta vida fugaz y en la eternidad,
el amor espera con fiel claridad.
Tus ojos, reflejos de estrellas distantes,
me guían y abrazan en noches errantes.
Más allá del tiempo, en sueños de oro,
nuestros corazones se hallan sin lloro.
El amor no se apaga, en llamas pervive,
en esta vida y la otra, nuestro lazo persiste.
Las sombras del tiempo no pueden quebrar,
los lazos sagrados que el alma ha de atar.
En mundos distintos, mi amor te aguardará,
con fervor y esperanza, en paz te encontrará.
Y cuando la vida se torne un suspiro,
más allá del velo, seguiré mi giro.
El amor espera, inmortal, verdadero,
en esta vida y la otra, por siempre sincero.