yito

El drogadicto.

 

.

Sin hallar ningún consuelo

el esclavo de la droga

por su propia muerte aboga,

después, que mordió su anzuelo.

La vida en eterno duelo,

deja la droga a su paso.

De sus sueños el fracaso

y del mañana, la nada,

contempla con la mirada

el adicto en el ocaso.