Cuando sopla
el viento salvaje del Norte
y me despeina,
me vuelvo utopía
para alejarme de la devastación.
A veces vuelo
con las palomas,
demasiada negrura,
tanta gente olvidada,
pero desde arriba todo se ve claro
y si quieres puedo ayudarte,
soy aliada de los sueños y del azar.
He optado por vivir en mí,
el único sitio seguro,
porque sé que moriré si paro de crecer.
Sólo necesito
la primera flor de la primavera
para que la esperanza
se vuelva madura.