Nunca he sido padre, pero lo bonito
es ser buen hijo para ellos, cuando
estuvieron en su vejez, y los cuide cuando
ellos lo hicieron en mi niñez. Llevo
sus sencillez de enseñanzas en mí
con amor. Cómo extraño sus regaños,
porque aprendí mucho de ellos.
Hoy soy un hombre sencillo, gracias
a sus enseñanzas que llevo en
mí ,y recibo sus bendiciones a diario
en mi humilde
corazón.