Mauro Enrique Lopez Z.

Sencillamente un hijo

Nunca he sido padre, pero lo bonito   

es ser buen hijo para ellos, cuando 

estuvieron en su vejez, y los cuide cuando 

ellos lo hicieron en mi niñez. Llevo 

sus sencillez de enseñanzas en mí 

con amor. Cómo extraño sus regaños,

porque aprendí mucho de ellos.

Hoy soy un hombre sencillo, gracias 

a sus enseñanzas que llevo en 

mí ,y recibo sus bendiciones a diario 

en mi humilde

 corazón.