Ojalá nunca se acaben
estas ganas de buscarnos,
que podamos encontrarnos
antes de que ellas se apaguen.
No caer en la rutina
ha de ser nuestra constante,
pues es un amor radiante
que al no avivarse se arruina.
Enamorarse un instante,
amarse es toda una vida,
realmente es fascinante.
Allá donde el alma anida
vive también el amante,
esa dicha perseguida.
Classman