Como rayo en tormenta violenta,
te soltaste de mi amor ardiente,
dejándome en penumbra, tan lenta,
sin tiempo de ver tu adiós doliente.
Tus promesas, como humo ligero,
se esfumaron en un solo instante,
dejando mi corazón prisionero,
de un dolor tan frío, tan constante.
Oh, amor que se fue cual destello,
rápido como un sueño que expira,
me dejaste sin luz, sin tu girasol tan bello,
sin tu abrazo, por el que mi alma suspira.