Todo lo dimos por ti,
ya nada nos importaba,
todo el mundo te lloraba:
madrecita te perdí;
te encuentro dentro de mí;
junto a ti, nada faltaba,
toda la gente encontraba:
la bondad que siempre vi;
hoy eres voz que me calma,
siempre me estás ayudando,
nunca me niegas consuelo;
tú me iluminas el alma,
por ti vivo jugando
con los bombones del cielo...