En la noche oscura, el padre llora,
sufrimiento profundo en su mirada,
carga en silencio una pesada carga,
en su corazón, la tristeza aflora.
en cada suspiro, se siente su dolor,
en la soledad de la noche, su clamor,
en su ser, se esconden mil asombros.
el peso de la responsabilidad en sus hombros.
El padre lucha en la sombra del sufrir,
cada paso es un eco de su sacrificio,
en su rostro, se refleja el desafío,
en su alma, se escucha el gemir.
En la batalla diaria, su corazón sangra,
en cada herida, se esconde una historia,
en su ser, se forja una gran victoria,
en su sufrimiento, su fuerza se enmarca.
El padre, en su dolor, encuentra consuelo,
en cada lágrima, se esconde un anhelo,
en su lucha, se revela su destello,
en su sufrimiento, late un amor sin duelo.
En la penumbra de la noche sin estrellas,
el padre carga el peso del sufrimiento,
en cada suspiro, siente el tormento,
en su mirada, se reflejan las huellas.
El dolor se anida en su pecho cansado,
en cada paso, la carga se hace más pesada,
en la batalla diaria, su fuerza se alzada,
en su silencio, se escucha el pasado.
El sufrimiento del padre es un grito callado,
en la soledad de la noche, su alma llora,
en cada sacrificio, su amor aflora,
en su ser, se encuentra un amor desgastado.
En la lucha silenciosa, su corazón se agita,
en cada herida, se esconde una historia,
en su sufrimiento, se forja una memoria,
en su amor inquebrantable, su fuerza habita.