Quejidos
¡Ay! Se queja la dama
el dolor no da reposo
sufre con este drama
su descanso es dudoso.
¡Ay! Me duele el brazo,
la mano, el codo y el dedo,
me pincha el espinazo
estoy que más no puedo.
¡Ay! Mis piernas me pesan
apenas doy unos pasos,
mis dolores no cesan,
mis alivios son escasos.
¡Ay! ¿A qué tanto sufrimiento?
¿por qué Dios me castiga
con padecer cruento?
¿cuándo termina mi fatiga?
¡Ay! Pido que el dolor mitigue
que cese el malestar,
el vivir no me fatigue,
tengo derecho a descansar.
Antonio Reina Moreno 08/01/2020