Humberto Gómez Sequeira

Luz metálica

Expuesto

al peligro viviente,

inhalando

la última molécula,

mis ojos

se convierten en pozos de agua

donde los pájaros y las nubes se detienen

para descansar por un momento.

 

El tráfico pasa

a través de mi corazón,

vestido con plumas,

como clavos afilados.

 

Puedo

escuchar

el choque de mis huesos

contra la explosión de luz metálica

en el pavimento ardoroso,

saborear

la sangre de la tarde

muriendo en mi boca abierta.