Nos enseñan a vivir
y aprendemos muy rápido,
lecciones a diario
de total honestidad,
sin dejar de añadir
las bofetadas de la vida,
y lo que antes era un sí
ahora es un no,
lección aprendida.
Porque somos libres,
porque somos rebeldes
y nadie nos detiene.
No tenemos solución
ni viéndolas venir,
es fácil suponer
que siempre haremos
lo que nos dé la gana.
A todo decimos que sí
y a todo decimos que no,
pero llegado el caso;
de lo hablado, ni rastro.