D. L. para Marie
A tu manera, suave como una duna,
diste paz en un camino ocasional.
Ondeaste un puro amor emocional
que supo transitar hacia una fortuna.
A tu manera, tu bello corazón
podía sembrar melodías y flores.
Pintaste en las sombras, luces de colores,
destellos de una esperanza, de ilusión.
A tu manera, riendo a la adversidad
sacaste de la vida la plenitud.
Transformaste los dolores en virtud,
con mil sonrisas bajo una tempestad.
A tu manera, diste un cariño llano
dejándonos un dulce recuerdo eterno.
Caminaste atravesando un triste invierno,
pero siempre, nos regalaste un verano.
A tu manera, tu alma emprendió su vuelo
hacia tu edén, tu paraíso sin dueños
dónde podremos encontrarte en los sueños.
A tu manera, has dado la luz al cielo.
Cómo me habría gustado haberle dedicado un poema como este a Marie Danie, una joven mujer fuerte, sutil, hermosa, ... la más virtuosa hasta ahora de los conocidos por mí.
REESCRIBO
Dulce princesa
de todos los vientos
venciste la vida, la muerte, el dolor, ...
¿cómo pudisteis tanto?
jamás de los jamases te olvidaré,
eras un ejemplo vivo
de lo que deberíamos ser
en esta existencia mísera,
mi admiración a tu ser celestial,
qué poco sabía de lo posible,
iluminaste mi futuro y mi pasado,
ya no soy el mismo después de tu muerte,
nació en mí un respeto profundo por ti,
como tu dijeras en hermosas palabras,
un día espero ir allí a verte,
ROSALINA,
quizás podamos establecer una conversación
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