AL PADRE AUSENTE.
Padre, oh, viejo mío, cinco letras admirables,
Hoy, en el umbral de mi vida añeja,
te dedico estas letras de agradecimiento,
Por ser el guía, de mis primeros pasos.
Como quisiera, que fueras eterno,
Para tenerte y disfrutar de tu presencia,
Fuiste bonachón, recto, comprensivo y amoroso,
Siempre atento y querendón con los tuyos.
Fuiste un héroe y tan fuerte como un roble,
Laborando fuerte, de día y noche, por nosotros,
Preocupado siempre, por nuestra bienestar,
Gracias, oh, mí recordado y querido viejo.
Juntos, con tesón, superamos la pobreza familiar,
Mi querida madre, tu leal compañera perfecta,
Reafirmamos el compromiso, de ser un buen padre,
Como tú lo predicaste y nos enseñaste en vida.
Hoy te escribo estos versos, con tinta de oro,
Flores brillosas, que llegaran a tu morada eterna,
Regalándote oraciones, por tu descanso eterno,
Con la esperanza y la fe, de vernos algún día.
Han pasado años, de tu partida inesperada,
Pero pareciera que fuera ayer, tu muerte,
Lo provechoso es que dejaste buena semilla,
Germinando buenos valores y éticos, en tus hijos.
AUTOR JUSTO PONTE CRUZ
Extraído de su libro Expresiones Poéticas del Perú.
AMADOR DEL ANDE