Cuando mires la orilla del río, verás como un espejo el agua reflejada en tu rostro, el agua bendita que responde a tu corazón herido, será el momento para que reflexiones y mires adentro tus errores.
Y aunque pase el tiempo, y pasen las horas, te darás cuenta en los silencios
quien eres, que es lo que quieres, el valor del aire que respiras, que sentir la vida a pesar de los errores siempre tiene sabor a futuro.