Seguiste preguntando el por qué no me quedé.
Del porqué la manía de huir de vos muchas veces.
Lo cierto es que, mientras crecía y, veía como mi madre entraba cada día por la misma puerta agotada de llorarle a la ausencia del padre de mis hermanas, a los gritos de mi padre y a la escapada del padre de mi hermano.
Haberla visto hacer estallar botellas en sus manos por no poder tener el poder de retenerlos, yo solo pensaba, ¿Qué tienen de mágico?
Y me agobiaba verla triste y quería siempre que ella estuviera alegre, porque cuando ella estaba alegre, la casa olía a comida y el piso relucía a limpio y entonces ella entraba por la misma puerta con un premio de su trabajo o con un trabajo mejor que el anterior.
Cuando preguntaste del porqué siempre huía de vos como si fueras a matarme,
fue porque, no sé cómo, un día sin siquiera notarlo, fui transfigurándome, lenta, pero paulatinamente en esa madre como la que nunca quise ser y siempre me incliné a preguntarme del porqué muchas cosas y, mira que sin querer sí, superé la expectativa.
El primero nunca se fue de mi vida, permanecía como una sombra incomodando mis progresos,
el otro me dio tantos golpes duros que no se curaron nunca, ni siquiera con ungüento. Entonces, comencé a huir de cualquiera que sonriera ameno.
Las amabilidades sin motivo me parecían malas y,
los pequeños detalles me parecían con dobles intenciones.
Cada historia me parecía mentira.
Comencé a sospechar de cualquiera que apareciera fuera de mi casa con flores y jazmines.
Los vacíos en mi mente fueron viles y…
Cuando preguntaste del porqué siempre he salido huyendo y yo, no respondiendo nada, quise explicarte todo eso, pero, pensé que solo querías escuchar algo que te involucrara a vos y no a otros.
Pensé que era tedioso tener que contarte la cronología de males pertenecientes a un torcido árbol genealógico y,
patrones que nunca supe comprender.
El porqué siempre tengo la manía de no querer entender al otro para no comprender por qué tendría que quedarme si al final,
o se van
o insisten tanto en quedarse que me hacen querer salir huyendo.