Fluye el río de aguas moradas
por las riberas azuladas
de aquellas mañanas rosadas.
El sol nace sobre la loma,
otra hora que feliz asoma,
otro día que la luz colma
de flores, miel y fresco aroma.
Entre los altos abedules
los niños ríen los colores
de sus ocurrentes canciones.
Con gestos aún infantiles
crean futuras ilusiones,
moldes de más realidades
que fungirán con las edades.