Mi mascota me enseña a ser mucho mas humano.
Me enseñó que no es necesario vestir ropas, prendas, zapatos lujosos para ser amados. Mi mascota me enseña y me muestra nuevos caminos a diario.
Mi mascota es mejor que yo, porque de ella aprendo a diario.
Tanta sabiduría tiene que sin hablar puedo escribir de ella párrafos de decencia, humildad, amor y trato.
Mi mascota es mejor que yo, porque ella de mi no espera nunca nada a cambio.
Que bonito si aprendemos a ser todos solidarios. A querer desde la nada, a aceptar y a aceptarnos.
Mi mascota me sorprende pues es genuina y alegre, juguetona y solitaria, noble, osada y fuerte.
Que lección de humanidad me regala mi mascota, no importa si la golpeas, si te burlas o la botas, a tu lado ella regresa y confía nuevamente porque cree fervientemente en la bondad y el amor y el odio nunca en ella habita, confía ciegamente en el amor.
Mi mascota es indudablemente mejor y mas humana que yo.