Dime sólo una cosa,
que me dé alegría,
dime que tú eres mía
y te daré una rosa;
mujer esplendorosa,
plenitud y armonía,
no más melancolía
bella niña preciosa;
eres ángel divino
que de luz me lleno,
como un inmenso sol;
eres ese camino,
atardecer sereno:
fuente de un puro amor...