El mar está enamorado
de la luna y su candor;
espera desesperado
poder ver su resplandor.
Hay oleadas de llanto,
el mar llora su infortunio
la luna hoy cubre su encanto,
es noche de novilunio.
Ella, al verse tan sombría,
también se puso a llorar,
pues radiante pretendía
bajar a besar al mar.
¡Siete días de repente!
una semana contaba;
la luna, en cuarto creciente,
con ilusión se asomaba.
El mar, por ver a su amada
y disfrutar su sonrisa,
a las nubes invitaba
a marcharse con la brisa.
Ha pasado otra semana,
esta noche hay luna llena;
el mar es una fontana
de sales, algas y arena.
La lunita, que es coqueta,
con su brillo va a jugar
para acariciar, discreta,
la piel mojada del mar.
Llegado el cuarto menguante
la lunación acababa,
sobre el mar en ese instante
media luna se apagaba.
Mil luciérnagas y estrellas
con su luz van a ayudarla,
ya la cubren todas ellas,
pronto van a iluminarla.
Hoy el mar se ha engalanado
con la espuma de sus olas
y la luna se ha adornado
con perlas y caracolas.
Hay fiesta en el horizonte,
mar y luna están casados;
hoy la noche será cálida,
pues dormirán abrazados.