FRANCISCO CARRILLO

LLORABA EL ARPA¡

Lloraba el arpa encerrada

en un cajón de madera,

lloraba porque sus cuerdas

dormidas se destensaban,

un manto blanco de polvo

su cuerpo lo disfrazaba

y eran las telarañas,

adornos sobre sus hombros.

Lloraba el arpa angustiada

metida en ese cajón,

y dormida en el soñaba

cuando alguien la tocaba,

y podía oír su voz.

Hoy su cuerpo siente mudo

recostada en un rincón,

su llanto, su compasión

en sus cuerdas hacen nudos.

Llora el arpa porque supo

que alguien allí la olvidó,

y en un cajón de madera

por el tiempo carcomido,

se oye el arpa, y sus gemidos

pidiendo salir afuera

y sola, sola se queda

entre el polvo y el olvido.