Relájate, todo acabó,
¿Qué? ¿No querías que acabe así? Tampoco yo.
Sé cómo te sientes, pero por más que lo pateés no reaccionará, ya hace mucho que estaba en estado terminal, eso nuestro hace mucho murió, murió después de tu luto, murió.
Lo sé de primera mano, me mantuve a su lado, escuché sus lamentos, atendí sus miedos, acompañé sus delirios, también, lloré sosteniendo su mano. Nada que ambos no hayamos hecho por el otro, ¿verdad?
No es sencillo dejar morir, después de todo, yo me quedé esperando en un mismo lugar, dándote siempre la oportunidad de volverme a encontrar, jamás creyendo que abusarías de la nostalgia y que de respaldo me usarías para a escondidas aliviar tus ansias, Yo, Tu Antidepresivo Natural.
No es sencillo amar a quién se compromete a tus espaldas y regresa contigo a espaldas de otros, quién por medio de contratos y de vacíos legales te quiera a su lado, así antes te haya apartado.
Siempre estando el uno para el otro, frente a frente paralizados, siempre atados al pasado, forzando mentiras para llegar a algún lado, aferrados al genuino daño que le hizo el otro, usándolo de excusa para jamás concretar algo, culpa de ambos.