Abecedarias nubes hablan mendigos convertidos en oro
ella aún mío en la mirada pequeña lados
luz de muerte llena de gusanos blancos defecando
las cámaras fotográficas no entienden
menos legar fuego en uñas cielo rajan
las corrientes de balas y cirugías
en la mirada ciega rojo de un tremendo abrazo
que he llamado jamás paseando galgos mantos
hasta últimas piedras del camino
los mesones negros con el aguijón tatuándole ungió la cobra
el nuevo nombre del mar en los catafractos
de transparencia parpadea palabra inexacta
abriendo mirándose durmiendo abajo cuna
sal de agua ira demanda decepción
sacrificando todo por besar la frente
de lo nunca