Rodrigo Santibáñez

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A sabiendas del error me fui de todas formas, como iba a anticipar que su aroma 
transgrediría una simple norma y seguiría existiendo después de tantos años. La 
estela me persigue desde su cuello hasta el vano, en el rincón del tiempo donde 
iré de salida. Cerré la puerta y me arrepentí para el resto de mi vida.