La noche, ella que fue mi fiel compañera, esa pequeña luz de esperanza en las penumbras
¿Olvidarla? Eso solo sucederá en el instante en el que no quede ni una pizca de sal en el Mar
Pues ella solo pudo traerme felicidad y una enorme paz en mi corazón lleno de sombras
La llame mia, y ella me nombro suya, ser su luna fue lo mejor que me pudo pasar
Y al ya no tenerla cerca, recuerdo sus dulces ojos, y su enorme sonrisa
Recuerdo como me nombraba cada que ella admiraba el cielo en todo su esplendor
Recuerdo como mutuamente nos consolábamos al sentir la frialdad del mundo
Porque no importaba que sucediese, la noche siempre llegaba, y con ella la felicidad.
Tenerte lejos ya no es soportable, menos el tenerte lejos y que no sepamos nada de la otra
Me arrepiento de mis miedos al no dejar que los seres diurnos supieran de ti
Yo supe que nuestros mundos eran completamente distintos, tu eres oscuridad, yo vivo en luz y en ti
Si nos reencontramos al atardecer, voy a cuidarte y a intentar volvernos eternas.