Hay momentos en el día
donde no puedo olvidarte
cuando escribo poesía,
tratando de recordarte.
Cierro los ojos e intento
buscar esa inspiración,
mientras llega ese momento,
recurro a la imaginación.
Henchido de soledad,
esa oscuridad me atrapa,
surge la genialidad,
allí el verso se destapa.
Me dispongo al escribir,
con letras, enamorarte
que lo puedas advertir
sin ni siquiera tocarte.
Es la magia del poema,
esencia sutil, que llega
una sensación suprema
que hace del amor entrega.
Classman