Mis ojos cerrados,
mi respiración lenta.
Completamente confundida,
exhausta, perdida.
En un estado de ambigüedad
y solo me deje llevar..
Como hoja por el viento,
como arena por el mar.
Me encontraba en agonía.
Y tú, fuiste el rocío,
aquel rayito de luz
tras la cortina entreabierta.
Te convertiste en bumeran
y me trajiste de vuelta .
Después de tantos días de aflicción,
creí verte como una alucinación.
Recibiste mi corazón
como shock eléctrico.
Eras real
y auténtico.
Y no parte de un sueño
si no de la realidad .