El heno fresco exhala su aroma,
Cubriendo el campo con su fragancia fina,
El río, sonámbulo, entona su poema,
Una melodía monótona y divina.
El sol, astuto y sabio, desde arriba,
Pinta el cielo con tonos de armonía
El viento susurra secretos a las hierbas,
Mientras el tiempo se detiene en cada celosía.
Los árboles, testigos silenciosos,
Guardan historias de sueños añejados,
Las aves cantan himnos armoniosos,
Evocando recuerdos ya olvidados.
En el lienzo del campo, se dibuja
Un nostálgico acorde, una dulce caricia,
Que envuelve el alma con su nostalgia y bruma,
Y pinta versos con la tinta de la brisa.