Ernesto Marrero

Aflicción

Hay sombras que oscurecen amaneceres

martillos siniestros que golpean las certezas,

son olas de barro que cubren las ventanas

y hacen los días interminables,

arenas movedizas que atrapan por horas, años o centurias

 

¿Serán mensajeros del infierno?

O tal vez muros amargos que debemos trepar

para volver a percibir la luz,

esa luminosidad que a veces sonríe ante las tinieblas

y otras veces se oculta en el hoyo de la desesperación