Hermenegildo y Nepomuceno.
Amigos, este relato es real, excepto los dos nombres anteriores que son producto de mi imaginación, pero... pero que son muy reales en la mente de mi hermana.
Le llevo tres años a mi hermanita, una chinita jodida que adoro con el alma y daría mi vida por ella. A sus 71 años anda muy achacosa, necesita bastón para caminar y se cansa pronto en cortas caminatas en el centro comercial. Ella quedó en Guatemala de veinte años, casada con un idiota, y un bebé de brazos, cuando yo emigré de 23 para Estados Unidos.
Durante todas las décadas siempre mantuvimos estrecha comunicación y siempre fuimos unidos.
De último, antes de divorciar su marido, tuvo una nena, que la crió con la ayuda de mi mamá y mía. Esa niña creció, se casó, tuvo dos nenas, y el círculo se repitió, mi hermana y su hija son primordiales proveedoras de las niñas pequeñas, una de 23 y otra de 19.
Una vez la nena grande se rompió su tobillo y el yeso que le pusieron era de color amarillo, entonces ella trató de buscar calcetas que combinaran con ese color, pero no encontró, a lo cuál dijo que no iría a trabajar ni a la escuela, con calcetas de diferentes colores, pues se le caería la cara de vergüenza que la gente la viera así, que la iban a criticar.
Yo quedé perplejo ante semejante ridiculez, pero esa fue su decisión, aunque no pude evitar ponderar de donde aprendió tal conducta.
Ayer vino mi hermanita a mi apartamento, yo tenía el aire acondicionado encendido pues afuera es el puro caribe y el calor es sofocante. Ella estaba vestida de blusa manga larga y pantalón de lona gruesa hasta los tobillos. Yo pensé que era por no tener ropa adecuada para el clima, todo el mundo aquí tiene blusas y pantalones livianos de mangas cortas ambos.
Le dije qus nos fuéramos a las tiendas de ropa que yo le compraría nuevas ropas adecuadas.
Y su respuesta me dejó con la boca abierta, me dijo que sus brazos y sus piernas estaban muy feos de gordas, y que se le caería la cara de vergüenza si la gente se las viera y qué irían a decir. Lo mismo que dijo su nieta unos años atrás, entonces comprendí que la nieta aprendió tal conducta de su abuela, ¡Mi Hermana!
Yo atónito le dije y le protesté, ¿de que hablas hermana?
Pregunté: ¿Quienes son ellos? me dijo: \"la gente\" ¿qué gente? ¿Y qué van a decir? \"Que mis piernas y brazos son feos\".
Pero hermana, ¿Los conoces? \"No, pero van a hablar\" \"yo sé\"
¿Por qué te importa la opinión de desconocidos, gente que nunca has visto, ni vas a ver de nuevo? Gentes sin nombres ni caras, que lo más seguro es que ni estarán viendo tus brazos o defectos y que estoy seguro no les importarás.
Ya poniendo ella un final a la conversación me dijo, gracias hermanito por tu buena intención, pero no gracias.
Luego nos fuimos al mall o mol o centro comercial a lonchar, y cuando vi venir a dos tipos en nuestra dirección, muy quedo le advertí a mi hermanita que se escondiera pues Hermenegildo y Nepomuceno se iban acercando, y me preguntó ¿Quiénes? Le repetí, Hermenegildo y Nepomuceno, ella muy confundida me dijo, no los conozco, ¿quiénes son ellos?
Yo le dije con garbo: ¡Los hijos de puta que te van a criticar!
¡Y entonces ella se cagó de la risa! y nos fuimos de allí sin poder contener las carcajadas.
Tommy Duque
Jun 18 2024
Puerto Barrios, Guatemala.
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