No estoy listo para verte a así,
Con la edad pasada, con surcos en tu rostro,
con un paso cuidadoso,
Con la lengua seca y la viveza en otro mundo.
Esa persona no se parece a ti,
Al recuerdo juvenil, al amor que hablaba de vuelta,
Al carácter fuerte, que, si no quería verte, salía por la puerta,
Sabiendo cuando parar.
No quiero ver tu mente, rebotar de cosa en cosa,
De nombrar nombres inertes, de oscurecer así sin más.
Con la vista emborronada, con la pareidolia rota,
Con dos gotas por ojos, explicándote quién soy.
No voy a volver a tu vida, en base a recuerdos vidriosos,
Sucesos de bordes filosos, que fisuran la memoria,
Y cortan a mitad las fotos,
En las que solíamos estar los dos.