Estaba dormido, El Simún o Siroco
De, AASS (Carrizo) junio de 2024
El viento embravecido del desierto,
el Simún, que, rompiendo sus cadenas,
oscurece la bóveda infinita
Y con terrible convulsión agita
El vasto mar de líbicas arenas,
feroz y sanguinario, está despierto
Es tal la magnitud de este huracán
que destruye a su paso lo que encuentra
caravanas personas y animales
los entierra completos, morirán.
de calor, y asfixiados por la arena
La Esfinge con su cara inmemorial,
observa con el rostro impenetrable
la tragedia montada en el lugar,
el desierto, se cobra su peaje
rojo y sangre cambiando su paisaje
Lluvia llamada, de fango, de fuego,
veneno, sed, asfixia que coloca,
produciendo una muerte inevitable
el horizonte ensangrentado luego.
Es el viento que la muerte sofoca
Referencias: Recodando una vieja poesía de