Dueles,
en el instante en que mi sueño despierta
al momento en que mi verso quiere nacer,
cuando de mi vida se apodera la tristeza
cuando mi nostalgia camina en el ayer...
Dueles,
cuando mi mente se llena de tontas ideas
cuando el milagro se apodera de mi fe,
cuando mis ojos húmedos se ciegan
cuando mi realidad me dice que no vas a volver...
Dueles,
como un puñado de hojas ya muertas
como un abismo donde se aprende a caer,
como una sombra atrapada entre sombras siniestras
como esta angustia que corre dentro de mi piel...
Dueles,
como las horas de soledad que pasan tan lentas
como aquel beso que de pronto un día se fue,
como duele ver en un espejo todas mis miserias
como duele el corazón que dibujamos en esta pared...
Dueles,
porque eres lo que espero y que no llega
porque eres aquello que, cobarde, no supe retener,
porque eres la lágrima que con mis pupilas juegan
porque eres dolor en el verso que ya no vas a leer...