Crepita el silencio
cuando tu belleza se sumerge en la habitación
y tu cuerpo cae sobre las sábanas
para desaprender los temores
en el espacio libre entre tu vientre sobre el mío
dejando nacer las flores de la entrega y el deseo
Cruje el silencio, cruje
cuando mi alma mutilada, descubre tu belleza
y los huesos en ruinas se convierten en tallos,
nutriendo el amor
abriendo sus ramas para abrazarte,
y en la ofrenda suprema
dejar nuestros cuerpos sin sombras
Perece el silencio, perece
cuando tu sonrisa canta, atravesando las horas
sin pronunciar los nombres, sin mirar los cuerpos
y el susurro apaga las luces, ahogando el miedo
y el verbo incendia el deseo sin pronunciar palabra
y tu belleza se viste de blanco
para cerrar mis párpados
hasta renacer de nuevo