Hace tanto, pero tanto tiempo,
que me admira poder recordarlo aún, en nitidez.
Tal vez es un fugaz contacto del tiempo
mostrándome un destello
de aquello que llaman felicidad humana...
Después, llegó la vida. Y sus claroscuros
que se fueron desvaneciendo en oscilantes lapsos.
Pero yo seguí con ese recuerdo y en la esperanza
que alguien lo recuerde como lo recuerdo yo…
Porque esos trozos de existencia fueron el apoyo cierto
para llegar indemne a la meta que soñara.