Es extraña la sensación de viajar, de ver los árboles pasar y sentirte totalmente libre. Tal vez nadie nunca pensó en el qué pasará, solo el sentir que llegaremos a salvo. Ojalá tuviéramos esa confianza en nosotros mismos, de solo decidir y tener un solo objetivo que nos libre de alguna culpa, de algún dolor que nos amenaza. Viajar es ver en nosotros mismos lo felices que somos al ver algo nuevo o de nuevo una y mil veces, y nada detendría nuestro rumbo una vez arriba. Qué nos detiene cuando tenemos un deseo? a veces escuchamos a aquellos que nos dicen \"no puedes\" pero sí podemos, solo que ellos mismos se limitan para hallar su más grande tesoro. Todos al final vemos la distancia que nos estresa, pero no es el cansancio ni el sueño que nos para, no es la espera a la que damos atención; solo mirar el cielo, el paisaje, porque de eso se trata, aprender y ser feliz en el transcurso y al final llegaremos a nuestro destino, es nuestra tarea sonreír o llorar en esa distancia que tan ansiosos nos motiva, es la distancia y no el tiempo que ponemos por delante, eres tú en el mismo instante de la gran decisión para ver ese final del recorrido.