Gime la tierra, gime desesperada
Luego parirá, las esperanzas acumuladas.
Cuántas vidas en cautiverio dejaste,
Cuánto dolor por instantes provocaste.
Estamos todos juntos con lágrimas de esperanza,
Por un momento pensamos una tragedia desatada.
Ellos volverán a ver la luz de aquel sol alumbrante,
Ellos llegaran con abrazos, besos a sus amantes.
Todos lloramos cuando a ellos te tragaste,
Pensando que los milagros no existían,
Y cuando ya la esperanza nos abandonaba.
Desde lo profundo llega la fuerza
De 33 corazones levantándose en alabanzas.
Que fuerza dios mío, que gran valentía,
Un nacimiento llega desde las entrañas
De la tierra madre, que enfurecida,
Llevo a nuestros hermanos en la obscuridad enardecida.