RICARDO V

Me gusta escribir de noche

Escribo siendo la noche

alma de mi poesía

porque luego vendrá el día

y se esfumará de golpe

dejándome en la agonía

de esperar a que retorne.

 

Mi alma es alma de requiebros,

de alabanza y de lisonjas

que necesita un pretexto,

una razón o persona

para liberar sonetos,

cuartetillas o doloras.

 

Quiero sentir primavera

de flores como elegías,

quiero liberar la estrella

más rutilante que exista

en el cielo y en la tierra

la más bella margarita.

 

Todo con letras pacientes

para endulzar avatares

pues las vidas a las gentes

aportan penalidades

y viene bien que alguien cuente

historias de más amables.

 

Escribo con sentimiento

pues si no siento no escribo

sobre el mundo que tenemos

por hermoso y por sufrido

y es necesidad ponerlo

en alas de compartirlo.

 

El poeta tiene claro

lo duro que es el camino

como poeta emprendido,

como poeta ignorado,

pero el poeta es distinto

y nada puede callarlo.

 

Parecen ser fantasías

de imagen muy personal

lo que el poeta escribía

con su letra de cristal

sabiendo como sabía

que pocos lo leerán.

 

En un papel con mi pluma

dejo libre mi pasión

y en la amable paz nocturna

se aparece en resplandor

lo que da la esencia pura

a mi libre inspiración.

 

Porque hay silencios que inspiran

con sonidos de fantasmas,

hay secretos, hay enigmas,

hay luciérnagas como hadas

que buscan quien les de vida

con música de palabras.

 

Me gusta escribir de noche

porque la luna es mi amiga,

me gusta porque responde

mis dudas con blanca vida

y me convierte en el hombre

poeta que escribe rimas.