Por motivos ajenos a mí,
Te extraño, te extraño mucho.
Atesoré el tiempo en vano,
Como el viento entre mis dedos.
Aprendí el valor del segundo,
Marcó mi vida para siempre.
\"Donde hay cenizas, hubo fuego\",
Dicen, pero aún quema dentro.
Te vi en brazos de otro,
Y mi corazón se hizo añicos.
No pude evitar estrellarme en ti,
Engañado por tu fulgor.
No eres para cualquiera,
Avivas las tormentas en mi ser.
Nadie te rompe el corazón,
Tú lo haces con sutileza.
Sin embargo, estoy sanando,
Cada día me siento mejor.
Aprendo a cicatrizar en silencio,
Convirtiendo el dolor en sabiduría.
Las cenizas quedan como recuerdo,
De un fuego que aún arde en mi alma.
Pero ahora soy un ave fénix,
Renacida de las llamas.
Vuelo hacia un nuevo horizonte,
Con el corazón liberado.
He aprendido a amarme a mí mismo,
Y eso es lo que más importa.
Adiós a la cenizas y las cicatrices,
Bienvenido el renacimiento.
JTA.